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jueves, 2 de junio de 2016

La era post-correo

jueves, 2 de junio de 2016

Se habla de la llamada era post-PC en la que se considera a este una especie de dinosaurio a punto de extinguirse. La revolución de los dispositivos móviles y la creación de un mercado de servicios, ha eclipsado el que hasta hace pocos años era la principal fuente de ingresos en el ámbito de la informática. Las cifras empequeñecen la relevancia de un dispositivo que ha sido fundamental en la construcción de la sociedad del conocimiento actual. Pero ¿son los fríos números y las abultadas cifras suficiente evidencia como para mostrar lo que ocurre? ¿Está sufriendo realmente el PC? ¿Está siendo olvidado? Probablemente no.

El pistoletazo de salida de la dinámica del mercado tecnológico actual vino con el iPod de Apple, cuyo verdadero negocio fue —es— la venta de canciones en línea. Se consolidó definitivamente con el iPhone, un terminal móvil que requería necesariamente de una tarifa plana de comunicaciones. Las necesidades de marketing disfrazaron de revolución tecnológica aquel momento, pero como se ha comentado en otra ocasión, de lo que se trató realmente fue de revolución comercial. Así es como se ha de llamar a aprovechar una tecnología existente y convertirla en un producto de consumo distinto. La clave de aquel entonces fue precisamente no competir con con el gigante Microsoft, líder indiscutible del mercado tecnológico, huyendo de los PC de escritorio. Había que inventarse un mercado nuevo, y este llego con «la nube». Todo es historia a partir de aquel momento, y la jugada no cabe duda de que les ha salido a la perfección. Microsoft ha intentado subirse al carro con su Windows Phone, pero lo ha hecho sin ganas. Tan pocas que ha admitido su fracaso, sumándose a otras victimas como Blackberry, marcas que dominaban el mercado corporativo. Pero en el caso del gigante de Redmon, ha sabido reconducir su camino contraatacando con una evolución del PC como son las Surface. Unas tablet con capacidad de computador portátil. Pero volviendo a la pregunta ¿ha quedado desterrado el PC? Para contestar a esta pregunta hay que hacerse otra: ¿en qué dispositivo se programan las aplicaciones que llevan todos nuestros dispositivos móviles? Pongo la mano en el fuego, y no me la quemaría, a que lo que sostiene verdaderamente todo el mercado tecnológico continua siendo el viejo y buen PC de escritorio de toda la vida, sinónimo de trabajo, estudio, desarrollo e innovación. Todo parece indicar que si bien el mercado móvil ha alejado al PC de los focos y de la fama, sin embargo, lo ha convertido en un imprescindible tras las bambalinas. Lejos de matarlo, le ha convertido en inmortal.

Junto a este escenario ha surgido de forma paralela el fenómeno de las redes sociales y la mensajería instantánea, productos que no tendrían sentido sin la necesaria revolución de las telecomunicaciones, que trajo consigo la necesidad de las tarifas planas de datos. De forma similar a lo que ha ocurrido con el PC, ha pasado con el correo-electrónico. La omnipresencia del Whatsapp o del Facebook ha generado la falsa impresión de que el clásico correo-e de siempre ha quedado obsoleto, ahogado entre miles de intrascendentes chismorreos, selfies y otras poco edificantes muestras de exhibicionismo. Pero tal vez lo que ocurre es que el usuario habitual de estos productos no lo era del correo. O al menos, no era un usuario que le diera un uso adecuado, yendo a caer en «La Red Social». Puede decirse por tanto que el correo electrónico continua gozando de una estupenda salud, con todo tipo de aplicaciones clientes y servicios de suscripción. Entre ellos, el ya visto de MailRelay. Así que tal vez sea esta una era post-correo, en el que paradójicamente al igual que ocurre con su compañero el PC de escritorio, están más vivos que nunca.


lunes, 9 de marzo de 2015

Códigos condicionales en Blogger

lunes, 9 de marzo de 2015

Aunque lo expertos en «marca personal» —o como diría alguno personal branding— dicen que los contenidos de tu blog no han de dispersarse demasiado, el objetivo de este es sin embargo el de contar cosas interesantes acerca de cómo entender la realidad que nos rodea: el lenguaje y códigos utilizados para explicarla, comunicarla, almacenarla, así como los medios y tecnología utilizadas. Y por supuesto, el contexto social y político que pone todos estos recursos al alcance de la sociedad.

Así que en esta ocasión, aunque suponga tal vez un pequeño «salto», el tema a tratar es el de cómo utilizar uno de los canales que existen en la actual sociedad de la información que ahora mismo existen: los blogs de Blogger. Estos se caracterizan por sus grandes posibilidades de personalización y una de las funciones que utiliza para ello son unos fragmentos de código que se programan en la plantilla de nuestro blog, llamados condicionales —o condicionantes—. Aunque va a ser una explicación superficial, será necesario emplear un lenguaje informático.

Mostrar lo que se desea en función del tipo de contenido

La utilidad básica de estos condicionales es ejecutar un fragmento de código —html, javascript, ,css, o cualquier otro que lo permita la plataforma— unicamente si se cumple una condición —de aquí el nombre, claro—, con el objetivo de que se muestre o no un elemento o estilo determinado —un widget, un texto, una imagen... lo que sea que pueda aparecer en una página web—.

El lenguaje empleado es propietario de Blogger, es decir, es un código de programación especifico creado por Google para su plataforma de blogs, que sólo ella entiende. Sin embargo, utiliza operadores de relación de la misma sintaxis que el lenguaje C —al menos los explicados en este artículo, el resto no los he probado, pero sería una buena práctica que el lector podría compartir—.

  1. Partes del condicionante

El condicionante no se trata de otra cosa que el clásico «if-then-else» de la programación, aunque en este caso el «then» está implícito. Tras el «if» se programa una condición cuyo resultado será un verdadero o falso —booleano—. Esta condición puede ser una operación de relación normalmente de igualdad —o su negación— o puede ser también una variable del tipo verdadero/falso. Si se trata de una relación de igualdad, como en toda que se precia habrán dos partes. En una de ellas estará el elemento a comprobar, y en la otra el valor a partir del cuál elegiremos mostrar o no el elemento.

En cualquier caso el resultado de la operación, sea una relación de igualdad o comprobación de variable booleana, será un verdadero —true— o falso —false—. Si se cumple, entonces el código a continuación se ejecuta.

  1. Listado y ejemplos

Dejemos la parte teórica y vayamos al grano.

  1. Comprobación de variable booleana

«es el primer post»

Blogger tiene una variable booleana llamada isFirstPost cuyo valor «verdadero» indica que el post actual es el primero —o el más reciente—. Sirve para diferenciar entre la última publicación y el resto para por ejemplo dejarlo sin resumir a modo de portada, mientras que el resto se crean resúmenes. Para esto es necesario tener el código que realiza los resúmenes, por supuesto. Este ejemplo ha sido aplicado en este mismo blog.
<b:if cond='data:post.isFirstPost'>
... aquí va el código del elemento que deseamos mostrar cuando se cumpla la condición...
<b:else/>
... y aquí cuando no se cumpla...
</b:if>
El «else» es opcional, por lo que en los casos posteriores se omite, ya que es exactamente el mismo proceso.

  1. Cumplimiento de igualdad (o su negación)

«es la página de inicio»

Con la siguiente sentencia se puede determinar si la pagina del blog que estamos viendo es la de inicio o se trata de cualquier otra. Esto es útil para por ejemplo si se desea presentar en la barra lateral elementos distintos distinguiendo entre la página de inicio y el resto.
<b:if cond='data:blog.url == data:blog.homepageUrl'>
...elemento a mostrar cuando sea la página de inicio...
</b:if>
El operador «==» es la relación de igualdad. Si lo que se desea es comprobar que NO son iguales, se sustituye por el operador «!=» que es su negación. Por ejemplo:
<b:if cond='data:blog.url != data:blog.homepageUrl'>
...elemento a mostrar cuando NO sea la página de inicio...
</b:if>
En este caso data:blog.url es la dirección que en ese momento está cargada en nuestro navegador. En el otro lado de la igualdad, data:blog.homepageUrl es una variable propia de Blogger en la que se guarda la dirección de inicio de nuestro blog.

«es una página determinada»

Si por algún motivo se desea destacar o mostrar un elemento únicamente en una página concreta de nuestro blog, la técnica anterior sirve sin más que cambiar data:blog.homepageUrl por la dirección o URL específica, indicándola entre comillas dobles.
<b:if cond='data:blog.url == "http://cualeslarealidad.blogspot.com"'>
...elemento a mostrar cuando es la pagina indicada...
</b:if>
En este caso se ha sustituido por la misma dirección de inicio del blog, por lo que tendría exactamente el mismo efecto que la opción anterior.

Nota: desde que Blogger añade el código por país a cada blog en función de nuestra localización, sería necesario sustituir data:blog.url por data:blog.canonicalurl.

«es una etiqueta determinada»

Cada etiqueta que se usa en el blog tiene asociada una URL en la que se muestran todas las entradas del mismo con dicha etiqueta. Esta dirección se forma de la siguiente manera:

nombre_del_blog.blogspot.com/search/label/etiqueta

Que en el caso de este blog y para la etiqueta «democracia» sería sustituyendo lo indicado en color azul claro:

http://cualeslarealidad.blogspot.com/search/label/democracia

Si al caso anterior en la que se mostraba un elemento en una página determinada, se sustituye la dirección de dicha página por la que deseemos de la etiqueta en cuestión, se podrá hacer lo propio para una etiqueta determinada:
<b:if cond='data:blog.url == "URL asociada de la etiqueta"'>
...elemento a mostrar cuando es la etiqueta indicada...
</b:if>

  1. Por tipo de página
Además de estas variables en las que se guarda la dirección de inicio del blog o cuál es la publicación más reciente, hay otra muy importante que guarda el tipo de página que estamos viendo: data:blog.pageType. Gracias a ella se puede distinguir entre el archivo del blog, un índice de entradas o un artículo individual. La sintaxis es la siguiente:
<b:if cond='data:blog.pageType == "tipo de página"'>
  ... esto sólo se verá en las páginas del tipo indicado...
</b:if>
Y «tipo de página» deberá sustituirse por el valor adecuado en función de si:

«es una entrada individual»

Si se desea mostrar un elemento únicamente en los artículos individuales —por ejemplo, enlaces o botones de suscripción— se ha de indicar como tipo de pagina item.
<b:if cond='data:blog.pageType == "item"'>
  ... esto sólo se verá en las páginas de artículos individuales...
</b:if>

«es una página de archivo»

El archivo es un índice especial en el que se agrupan por fechas las entradas del blog. Para mostrar un elemento únicamente en este tipo de páginas, se ha de indicar como tipo de pagina archive.
    <b:if cond='data:blog.pageType == "archive"'>
      ... esto sólo se verá en las páginas de archivo.
    </b:if>

    «es una página estática»

    Las páginas estáticas son aquellas que no están relacionadas con una fecha, al contrario del resto de las entradas del blog que siempre están asociadas a una de publicación —por eso es un blog—. Por sus características, son las páginas que se suelen utilizar para las secciones «sobre el blog», «sobre el autor», o cualquier otra que no dependa de un factor temporal. El valor a indicar es static_page.
    <b:if cond='data:blog.pageType == "static_page"'>
      ... esto sólo se verá en las páginas estáticas...
    </b:if>

    «es cualquier otra página»

    Si se desea excluir a todas las anteriores para mostrar un elemento en el resto de páginas como la de inicio o cualquier otra en la que haya un índice de entradas ordenadas por relevancia o cronológicamente, el valor a indicar es index.
    <b:if cond='data:blog.pageType == "index"'>
      ... esto sólo se verá en el resto de páginas...
    </b:if>

    Algunos que lo explicaron de otra manera:


    [actualización 23/05/2015]: Google ha mejorado las funciones y potencia de estos comandos. Más información aquí.


    viernes, 28 de noviembre de 2014

    El cambio de modelo educativo

    viernes, 28 de noviembre de 2014
    Si Internet está suponiendo un cambio de paradigma a nivel social y económico, una situación similar puede estar ocurriendo en el ámbito de la educación. En concreto, en la auto-educación. Como se vio en un artículo anterior, el conocido escritor y divulgador científico Isaac Asimov —entusiasta defensor de la autoeducación— predijo un tiempo en el que todo el saber humano estaría al alcance de la mayoría de la población.

    Si bien quedan muchas zonas en el planeta subdesarrolladas, hay iniciativas para dotar de acceso a Internet a estas zonas y de está manera, a las fuentes de información —posibilitando su uso educativo, y por supuesto, el comercial—. La cuestión es que por primera vez en la Historia existe la tecnología para que la gente tenga a su disposición todo el saber acumulado de la Humanidad, cuando quiera y donde quiera.

    Un ejemplo del valor de la autoeducación y del acceso a la misma, es Steve Jobs. Si bien puede que su valía como persona no fuera del todo ejemplar en otros aspectos, el relato que forma su caso particular tiene un valor que está por encima de su protagonista. Jobs no acabó sus estudios universitarios, sin embargo, aprovechó el tiempo de una manera distinta a la que el canon oficial marcaba. Se las arregló para poder asistir a las asignaturas que más le interesaban, aunque el conjunto de ellas no le valieran para título alguno. Todas aquellas materias las usó posteriormente en su vida laboral, con el resultado que conocemos. Si bien tuvo que asistir a las clases presenciales, el concepto de diseñar tu mismo tu carrera académica, es hoy en día más viable gracias a las nuevas tecnologías.

    La tendencia a dar cada vez más importancia a la enseñanza «en-línea» es clara. La oferta es de cursos con obtención de titulación oficial —de carácter formal—, como de otros temas de carácter complementario, pero no menos importantes. En ambos casos se pueden encontrar cursos gratuitos como de pago. El objetivo es, antes que el de obtener un título impreso en un papel para colgarlo en tu habitación, sencillamente el de aprender.

    Esta nueva oferta recibe el nombre de MOOCs (Massive Online Open Courses), y lo están ofertando las principales universidades de todo el mundo. El patrón que se sigue continua basándose en el clásico de profesor-alumno, si bien con todas las ventajas de la no-localización. Aunque fue el MIT en el 2001 el pionero en aplicar las nuevas tecnologías a la enseñanza, el acontecimiento que marcó un antes y después fue un curso sobre inteligencia artificial preparado por el profesor de la Stanford University, Sebastian Thrun, que superó los 160.000 alumnos matriculados. Tras el éxito de esta iniciativa, un colectivo de profesores fundo Coursera.

    En España hay una cierta tradición consolidada con los cursos a distancia: Además de CEAC, en el ámbito universitario todo el mundo conoce a la UNED (Universidad a distancia), si bien estos centros utilizaban medios tradicionales —correo— hasta la aparición de Internet. La UOC es una de las primeras universidades en España en la que se podía obtener un título, de forma completamente «en-línea». En general, la mayoría de universidades tiene una oferta de cursos a distancia.

    La necesidad de un título oficial es un requisito ineludible para muchas ofertas de trabajo. Sin embargo, en ninguna parte impiden que completes la formación con lo que encuentres más interesante, bien por inquietud personal, o por que analizas que es lo más adecuado para un sector profesional determinado.

    En cualquier caso, hay un problema a tener en cuenta: que en España tenemos una cultura de méritos deficiente, y un entorno político que influye negativamente en el laboral, de manera que las iniciativas y el desarrollo provienen en su mayoría de fuera de nuestras fronteras.

    Pero sobre todo, siguiendo la tendencia actual, cada vez es más importante en la educación lo que decida cada uno sobre su futuro.

    Enlaces

      lunes, 23 de abril de 2012

      Organizando la lectura

      lunes, 23 de abril de 2012
      Uno de los problemas que el exceso de información provoca es perderse en ella. La oferta es de tal magnitud y los criterios para seleccionarla tan complicados en algunas ocasiones, que el deseo de conocer puede convertirse en frustrante logrando lo contrario de lo que se pretende. A este exceso de información y a la falta de criterios para filtrar el ruido de la información relevante, se le ha llamado recientemente infoxicación (una especie de unión de los términos intoxicación+información)

      Puede ocurrir también que se encuentre tanta cantidad de cosas interesantes que no se sepa cuando parar, ocupándonos demasiado de nuestro tiempo hasta dejar de hacer otras de mayor o igual importancia. En estos casos llega un momento en el que las personas en esta situaciónson incapaces de realizar planes a largo plazo, ya que siempre estan ocupados en otras pequeñas cosas que no aciertan a posponer. A este mal se le llama (no se asusten) procrastinación.

      En este enlace hay una serie de consejos para poder evitar todos estos problemas, y organizar la lectura (digital o analógica, claro) de una manera óptima y consciente. El artículo está en inglés. Un día de estos lo traduciré o lo trataré con mayor profundidad, ya que lo merece. Pero básicamente se trata de aplicar el sentido común (como todas las cosas), definiendo nuestos objetivos personales, nuestro tiempo y recursos disponibles, y aplicando criterios objetivos para seleccionar las lecturas, si es posible.

      Yo todavía estoy aplicando algunas cosas. Como ayuda he encontrado una herramienta que me ha parecido bastante buena: Instapaper. Tal vez la conozcan ya. Se trata de un servicio web que te permite almacenar o guardar enlaces, además de su contenido. Es decir, no sólo es posible volver a la fuente original, sino que esta puede ser leída dentro de la propia herramienta. El servicio convierte la página web fuente en un texto formateado, extrayendo la información principal. Para ello tan sólo es necesario tener un enlace (un bookmarlet) en la barra de favoritos. Una vez en la página de interés, se pulsa dicho enlace y se guarda automáticamente en tu cuenta de Instapaper.

      bundlrAdicionalmente, es posible convertir uno o todos los enlaces de tu cuenta a un archivo de texto en varios formatos: de impresión, para el Kindle (moby)  o en ePub (otro formato de eBook). También es posible exportar todo a un archivo con extensión .csv. Gracias a esta funcionalidad nos permite salvar el escollo de tener que leerlo en la pantalla o gastar papel, llevando toda la información en un lector electrónico. Si además tiene wifi o 3G, se puede disponer de todos estos servicios directamente en el lector. Gracias al formateado de texto, que lo adapta para su lectura en este tipo de dispositivos, la lectura es mucho más satisfactoria que accediendo a ella directamente en el navegador web. Otra herramienta similar en cuanto a que permite guardar enlaces para su posterior estudio es Bundlr.com. Esta, aunque los organiza de forma más visual, no tiene funcionalidades de formateo de texto ni exportación.

      No obstante hay que recordar que no son más que herramientas. No hacen el trabajo. Este, lo ha de hacer la persona. Si bien gracias a estos servicios es posible almacenar información de interés, en cualquier momento y desde cualquier lugar para tenerla disponible de igual forma; por este motivo se corre el riesgo de guardar indiscriminadamente demasiada información.

      Con esta herramienta se facilita aprovechar el tiempo, posponiendo la lectura en los momentos que decidamos dedicar, sin ataduras físicas o temporales. Pero la tarea de seleccionar lo principal, esa, todavía la has de hacer tu.

      lunes, 9 de abril de 2012

      Entropía en la nube

      lunes, 9 de abril de 2012
      Representación de Internet como una «nube» de datos e información

      El concepto de «computación en la nube» (cloud computing) está siendo utilizado con relativa asiduidad en el ámbito de los grandes proyectos relacionados con Internet. El todopoderoso Google, basa parte de la eficacia de su buscador en dicho concepto, y muchas de sus aplicaciones incluida la de su futuro sistema operativo, están basadas en esta tecnología o concepto informático. Esta técnica está muy relacionada con la llamada computación compartida, en la que un gran número de computadores convencionales conectados en red actúan de forma coordinada compartiendo tiempo de computación y procesando de forma paralela fragmentos de código, de forma que el rendimiento global podría superar con creces al que cualquier supercomputador.

      Podría por tanto definirse «la nube» en términos que nos interesan para este caso, como la maraña formada por la red mundial y todos los equipos, bases de datos y fuentes de información en general conectadas a ella. El termino «nube» es apropiado como veremos, ya que existe un parámetro que relaciona a esta nube de datos e información con los sistemas gaseosos. Seguramente, las personas familiarizadas con la física y los procesos termodinámicos conocen una magnitud muy utilizada en estos ámbitos denominada entropía. La principal característica que la define podría enunciarse de la siguiente manera: cuanta mayor entropía, menor será la cantidad de energía aprovechable en un sistema cualesquiera.

      En Teoría de la Información, la entropía es también utilizada para medir el grado de relevancia de la información extraída. Normalmente, cuanta mayor sea la probabilidad de encontrar una palabra, por ejemplo, menor relevante será. Digamos que: a mayor entropía informativa, menor información relevante. Para poder utilizar los conceptos termodinámicos de la física aplicados a la información con la esperanza de comprender mejor lo que ocurre con la información en «la nube», se continua con la analogía mostrando en la siguiente tabla la relación de conceptos de ambos ámbitos:

      Fuerza/masa/peso Datos
      Energía (capacidad de producir trabajo) Información (capacidad de producir conocimiento)
      Trabajo Conocimiento
      Tabla 1. — Relación entre los conceptos de la termodinámica
      y la teoría de la información (Fuente: elaboración propia)

      La tabla anterior podría explicarse de la siguiente manera:
      • Fuerza/datos: cuando mandamos un correo con archivos adjuntos o descargamos una imagen, se suele referirse al tamaño como «el peso», esto es, independientemente de cuales sean los datos y la información que contengan. Igual peso tendrá un archivo de un megabyte, sea un .pdf, un .jpg o un .zip corrupto. El peso en física es la fuerza con la que la masa de nuestro planeta nos atrae, y es directamente proporcional a la masa. Los datos son por tanto el equivalente en la nube informativa de la masa que hay que transmitir con un determinado ancho de banda o velocidad de transmisión.
      • Energía/información: Albert Einstein demostró al mundo que masa y energía son dos caras de la misma moneda. Los datos son por tanto en nuestra nube, materia transformable en energía informativa.
      • Trabajo/conocimiento: en física, no toda la energía es aprovechable. En todas las máquinas hay siempre una parte de energía que se escapa en forma de calor y que por lo tanto, no produce trabajo. Por ejemplo, se puede estar empujando una mesa con toda la fuerza del mundo, que hasta que no empiece a moverse no se producirá trabajo, empleándose una energía proporcional al producido. El resto de energía se escapa en forma de calor que nos produce sudores, los mismos que corren por nuestra frente cuando no encontramos más que información que no nos satisface para conocer lo que deseamos averiguar. En definitiva, no toda la información produce conocimiento, y no siempre (casi nunca) mucha información implica mayor conocimiento.

      Para que la energía sea aprovechable ha de existir un desequilibrio termodinámico para que fluya de una parte a otra produciendo trabajo en el proceso. Cuando realizamos una búsqueda, se asume que no toda la información es igualmente relevante, y que existirá una de ella que producirá conocimiento cuando fluya al receptor que la necesite. Igualmente, el receptor ha de ignorar la información que contiene, ya que si ya la conoce no le será de utilidad. Estas situaciones en las que hay grandes desequilibrios implican una baja entropía y por lo tanto, mayor probabilidad de encontrar información que produzca conocimiento. De que exista un flujo de información.

      Si por el contrario la mayor parte de la información posee la misma relevancia, es decir, la misma capacidad de producir conocimiento, esto ha de significar que casi todo lo que se encuentre tendrá escaso valor. Esto es lo que ocurre con aquellas palabras de un texto que no aportan información, como por ejemplo los artículos o las conjunciones. Cuanto más ruido exista de este tipo, mayor entropía y menor conocimiento serán capaces de producir. En los sistemas termodinámicos la alta entropía implica que se está en equilibrio. Que está inerte.

      La variedad será entonces una indicación de baja entropía. La uniformidad es la muerte del conocimiento.

      Enlaces relacionados
      • Marcos Ros Martín. Los flujos de información ni se crean ni se destruyen, solo se trasforman. Blog El periodista enredado. Enlace aquí. [publicado 30/julio/2009]
      • Stefan Nikolaev. Siete buscadores semánticos que quizá te hagan olvidar Google. Periodista digital. Enlace aquí [publicado 03/05/2010]
      • Antonio Ortíz. Qué es el cloud computing. Blog Error 500. Enlace aquí. [publicado 17/12/2008]

      viernes, 6 de abril de 2012

      Información y conocimiento

      viernes, 6 de abril de 2012
      Vivimos en la era de la información. Nunca, en ningún otro momento de la Historia se ha disfrutado de semejante capacidad para almacenar, clasificar y transmitir información. Sin embargo, la capacidad del ser humano no ha variado. Esto provoca que, paradójicamente, la sociedad se encuentre más perdida y más mal informada que en otras épocas en las que las limitaciones tecnológicas actuaban como filtro y, de esta forma, sólo aquella información valiosa y contrastada era publicada.
      
      image
      Fuente: elaboración propia
      Hasta ahora, las dificultades consistían en la búsqueda de sistemas de almacenaje, clasificación, transmisión y  recuperación de la información. Con la informática, el almacenaje y transmisión de la información quedaban satisfactoriamente resueltos, pero al aumentar la cantidad de información y los medios de transmisión, los sistemas de clasificación y recuperación quedaban obsoletos. Es decir, el avance tecnológico que implica una mayor capacidad para almacenar y transmitir información, provoca que esta sea menos accesible al quedarse los sistemas que permiten al ser humano recuperarla de forma precisa y exhaustiva, inútiles.

      Pero la información es tan sólo lo que los sistemas informáticos manejan bien. Es para lo que están hechos. Lo que no saben manejar ya que de momento no «comprenden», es el conocimiento. El Saber Humano ha sido almacenado (y clasificado y transmitido) a lo largo de la Historia de diversas maneras, pero ha sido siempre el ser humano el que finalmente ha «capitalizado» toda esa información en forma de conocimiento útil para el mismo. Toda la información del universo no sirve para nada sino es capaz de generar un conocimiento útil en un receptor adecuado. Los datos son la materia bruta de la información, y la información lo es a su vez del conocimiento.

      Los datos en forma de unos y ceros son indistinguibles para un computador que los almacena y transmite indiscriminadamente. Si le aplicamos un protocolo podremos organizar dichos datos en forma de información coherente. Pero es sólo el ser humano el que es capaz de convertir esa información en conocimiento.

      Y para lograr esto es necesario que le llegue de una forma ordenada e inteligible. Que sea precisa, exhaustiva y relevante, arreglo a unos deseos de conocimiento específico, entre todo el creciente ruido en las Redes.

      sábado, 4 de febrero de 2012

      La misma guerra de siempre

      sábado, 4 de febrero de 2012
      ¿Tienen dueño las ideas? Esta sencilla pregunta, esconde un debate seguramente mucho más profundo de lo que parece a simple vista. Actualmente, en la era de la información, de la comunicación, y del intercambio de ideas en forma de etéreos flujos de bits a través de la nube, auténtica metáfora del reino platónico de las ideas, adquiere una importancia como seguramente en la Historia no ha tenido nunca.

      Tener una idea se asocia con una bombillita que surge de repente sobre tu cabeza. Pero poseer una como si se pudiera guardar en un cajón, se me antoja extraño y distinto. Que ahora se hable de la propiedad intelectual, y se realicen acciones judiciales y policiales como si de robos de banco se tratase, me hace sentir como si me hubiera perdido algo. No observo que se hable de propiedades intelectuales, sino de propiedades materiales. O del fruto material del comercio con ellas.

      ¿Cómo se ha llegado a esto? Imagino que en la antiguedad las ideas no significaban nada si no se ponían en práctica. El comercio con «ideas», apenas se ha realizado o ha supuesto importancia alguna en la Historia. Siempre se ha comerciado con el producto de dichas ideas.

      Con la escritura fue posible plasmar esas ideas en un medio físico. Pero dados los medios de producción y comunicación que han existitdo hasta hace muy poco, no tenía sentido el comercio con estos medios. Las ideas se almacenaban en pergaminos, esculturas, pinturas, etc, en grandes bibiliotecas y museos, a las cuales la gente acudía para consultarlas o disfrutar de su contemplación.

      ¿Qué ganaban los autores? Reconocimiento, prestigio, privilegios, aquello que tenía valor en aquel entonces. El autor era el personaje principal en esta historia. Alguien que tenía «buenas ideas», como para que se las copiaran a mano, tenía «autoridad». Era alguien importante, envidiado, relevante, escuchado. Los grandes filósofos competían entre sí para ver quien describía mejor la realidad. Muchos hubieran deseado ser uno de ellos.

      Con la llegada de la imprenta muchos siglos después de la escritura, esta situación cambió ligeramente. Sin embargo, se utilizó para difundir libros clásicos (cultura greco-romana), eclesiasticos o religiosos (La Biblia) o por encargos de las «autoridades» políticas. La estructura social y política, así como la poca o nula alfabetización de la gran mayoría de la población, ocasionaron que no existiera un comercio literario o cultural auténtico hasta mucho después. Todo giraba alrededor de las necesidades de las jerarquía gobernantes, siendo sus necesidades las que definían el panorama de «intercambio cultural» de la época.

      Ni las mejoras tecnológicas posteriores pudieron cambiar la situación. No fue hasta después de las revoluciones políticas de la era contemporánea, cuando la difusión de la cultura ya no dependia tanto de las decisiones de unos pocos. Sin embargo, los medios de comunicación continuaban estando controlados por el poder. La información era proporcionada y filtrada desde arriba en la jerarquía política. La alfabetización comenzaba a aumentar significativamente, pero el intercambio cultural contínuaba siendo muy escaso debido a que no existían medios al alcance del pueblo llano para ello. Por primera vez en la Historia, la sociedad tiene actualmente la capacidad tecnológica, las herramientas, la alfabetización y los conocimientos necesarios para tener sus propios canales de comunicación. Y, ¿es ahora cuando surge la necesidad de definir legalmente la «propiedad intelectual» o los «derechos de los autores»?.

      El problema es que estamos inmersos en la crisis de un modelo económico basado en el consumismo sistemático, gestado desde pasada la 2ª Guerra Mundial. Guerra que, como muchas otras, sirvio de pretexto para salvar algunas economías. Las editoriales y los canales de distribución que han fomentado dicho modelo (entre otros) y que se han enriquecido con el, contemplan de pronto como una gran parte de la sociedad, así como los autores que pueden distribuir sus obras por otros canales, no les necesita. Sus modelos de negocio ineficientes, orientados a maximizar el beneficio no a través de la satisfacción del usuario, sino de su explotación, se ven amenazados. Nunca supusieron un valor para el consumidor, simplemente, no había otra opción.

      Claro que es necesario un debate sobre hasta qué punto un autor ha de tener alguna retribución por las ganacias que otros logran gracias a comerciar con sus obras intelectuales. Pero también hay que tener en cuenta en la discusión, el beneficio que supone para el autor la difusiòn de su obra, que le puede ser útil para lograr reconocimiento en otros ámbitos. Por otro lado, el sostenimiento de servidores para alojar todo tipo de material, tiene un coste, y tiene sentido cobrar algo por ello. Pero la cuestión es buscar cabezas de turco para volver a controlar los canales de distribución. Quitarse de en medio a nuevos agentes que crean competencia indeseada.

      En definitiva, es una guerra (la World War Web, como algunos la definen) por la defensa del «status quo». La guerra de unas minorías poderosas que han monopolizado los recursos, contra las mayorías  que buscan alternativas.

      Una guerra nueva, pero por lo mismo de siempre

      viernes, 29 de febrero de 2008

      menéame(la): censura 2.0

      viernes, 29 de febrero de 2008
      mename-logoInternet es un mundo salvaje en donde no existe apenas control. Abres una página y no sabes con qué te vas a encontrar. Es ocasiones te involucras en proyectos, que acaban siendo empresas con un transfondo muy distinto a lo que parecía.

      En la Wikipedia, ya conté los intentos de amedrentamiento que padecí por parte de alguien con el seudónimo de ZP (en relación al nombre escogido por parte de este usuario, que cada uno extraiga las conclusiones que quiera) para que no continuase con la modificación del artículo. Bueno, pues recientemente tengo que añadir otro capitulo de discriminación, sectarismo y manipulación de grupos en Internet: menéame
      Todo empezó leyendo el adiós cibernético, de un reciente conocido en la blogosfera gracias a mi otro blog. En dicho artículo de despedida de su actividad blogera, comentaba que una de las experiencias que tuvo fue la de darse a conocer en el citado sitio de menéame.

      Lo que yo sabía de este sitio, es que se trataba de una forma de valorar y difundir, además de clasificar, la actividad del mundo de los bloggers en su respectivos posts. Para ello se enviaban las noticias y los usuarios las valoraban. En el caso del conocido citado en el parrafo anterior, la cosa salió bien, su artículo fue bien valorado y recibió muchos votos, como nos comenta en su post.

      Pero en mi caso, si bien al poco de publicar el primero de los post se empezó a recibir un significativo incremento de visitas en esta misma bitácora, recibí una ráfaga de votos negativos en la página de menéame del artículo correspondiente.

      ¿Por qué? Al parecer porque había realizado spam... ¡¡con dos artículos!! Más tarde algunos usuarios (que por lo visto siempre son los mismos) me comentaron que había cometido el pecado de realizar autobombo.
      Mi sorpresa iba en aumento: ¿que tiene de malo publicar en menéame una noticia que sea tuya? ¿no se valora en absoluto la calidad de la misma? o ¿esta deja de tener sentido simplemente por ser enviada por el propio autor? Si esto se considera negativo, ¿por qué entonces el sistema lo permite, habiendo dejado constancia desde el primer momento de cuál es mi blog personal? y lo que es peor ¿quien dice si es justo o no?

      No acababan aquí las sorpresas, sino que además esta se iba mezclando con una creciente indignación. No encontraba la forma de averiguar como demonios habían votado en negativo (tengo que confesar que a duras penas lograba refrenar mi deseo de venganza por semejante injusticia) hasta que logré encontrar en la ayuda, no sin ciertos problemas, la explicación, nada satisfactoria por cierto: solo pueden votar en negativo aquellos usuarios que tengan algo llamado karma.

      ¿Que diantre es esto del karma? Pues es una forma de valorar la actividad en el sitio, en función de un algoritmo ideado por el autor. Por esta gracia, solo aquellos usuarios que hacen méritos son hábiles para castigar a otros usuarios. Además de todo y continuando con la discriminación más vergonzante, no puedo enviar más noticias, ni tan siquiera puedo dejar comentarios.

      Según Ricardo Galli, el autor de esta maravilla internetera, los votos negativos los añadió para evitar la dictadura de la mayoría. Pues lo que se ha logrado es justamente una dictadura meritocrática. En otros sitios como ebay, también existen los votos negativos, pero son los propios usuarios los que deciden hacerles caso o no, y de ninguna forma se evita a nadie el participar.

      Hay una gran discusión sobre este tema en otros blogs afectados. Una meritocracia puede ser algo correcto en ciertos ámbitos, pero a mi entender, siempre y cuando la forma de determinar ese mérito sea imparcial u objetiva. Que el creador del algoritmo sea el propio del sitio, no nos ofrece tranquilidad en este aspecto. De esta forma este señor ha creado toda una escuela de comportamiento ideológico con el atractivo mediatico que implica el utilizar tecnologías guais de la web 2.0, que ya quisieran para si algún que otro político. Si además le echamos un vistazo a la sección de política, no nos será dificil conocer que sesgo ideológico se practíca.

      Me parece que simplemente este señor, pretende que se la meneen por internet.

      Actualización (16/03/2008):

      Unos días después, otro usuario (falsario), mandó esta misma noticia a Menéame, con resultados muy curiosos y con un debate no menos interesante (estuvo entre las más comentadas y lo seguiría estando si no se hubiera cerrado la noticia)

      Por supuesto, usuarios de menéame con un gran karma (¡oohh!) y haciendo gala de un criterio de justicia y respeto sin parangón, interpretaron que había sido yo mismo el que había mandado la noticia.

      ¿Hay alguna forma de saberlo? No, no la hay, sin embargo fuimos acusados de forma sistemática tanto falsario como yo, de suplantación de identidad. Si no hay forma de saberlo no acuses. Se ve que en este sitio tan democrático nadie les ha explicado aquello de
      Todo el mundo es inocente si no se demuestra lo contrario.
      Lamentable. Para ilustrar aún más el grado de manipulación de este sitio, si por ejemplo realizamos esta búsqueda e identificamos la entrada (Meritocracia en menéame) en los resultados, se observa un rectángulo inmediatamente debajo del título, con un comentario.
      Desconozco cuales son los criterios que se han seguido para seleccionar precisamente este comentario (se me acusa de no conocer las normas), pero lo cierto es que el que es visible no es necesariamente más cierto que cualquiera del resto, o al menos, se debe contrastar con las demás opiniones. Parece ser que no es así, y algún juez, o simplemente el que tiene más karma, es el que tiene prioridad también para mostrar su comentario sobre el resto. Patético.

      Parece ser que el karma se recupera votando y dejando pasar unos días. El caso es que comencé a efectuar algunos votos, pero lo dejé por encontrarme absurdo intentando compensar el no haber hecho nada malo. El caso es que al final mi karma se recuperó no sin transcurrir varios días, sin saber muy bien los motivos. Muy bien, pero una cosa no quita la otra. El tener que sufrir un castigo solo por que les ha parecido a unos señores cualquiera, por muchas normas que hayan y solo por que se posee un karma, no queda justificado por que se te conceda el perdón unos días después. De esta forma se les dota de un poder a unos usuarios los cuales marcan a su antojo las pautas a seguir, adoctrinando al resto a tener que seguirles el juego y lo que es peor, haciendo uso de un lenguaje falso, difamatorio y discriminatorio, sin nada que ver con la democracia, ya que en una autentica, nada, ni siquiera unos votos pueden legitimar a alguien a coartar la libertad de expresión de otros sin que haya insultos claros, cosa que los señores con karma pueden realizar impunemente.

      Finalmente, se me da la razón al admitir que son las normas. Por supuesto, y lo que hacen en las dictaduras también, las normas de un señor, en este caso R. Galli.

      (si eres usuario de facebook y estás de acuerdo con este artículo, tal vez te interese esto)